PRIMERO.
TUS ZANDALIAS AUN SE DESLIZAN
EN ESTA TARDE LLENA DE SOL Y DE LLOVIZNA,
MI MIRADA DE REPENTE TE ASEDIA,
Y TU INMÓVIL TAL VEZ POR CUANTOS SIGLOS,
DE REPENTE ME MIRAS.
TU PALABRA OTORGA
UN RIÓ IMPREVISTO,
DONDE EL CALOR DE LA SELVA REVIENTA
EN LA BONDAD GOZOSA DE TUS OJOS.
COMO HECHIZA TU ENCANTO;
COMO ASCIENDE A TU ALIENTO
Y TE HACE DELIRANTE,
CONTAGIADORA
INTACTA CON SABOR DE VIRGEN-SELVA.
ESTÁS MARAVILLOSA
CALLANDO TU CANSANCIO,
SE ILUMINAN LAS CALLES
RESPLANDECEN EXHAUSTOS
PRESAGIANDO LA VIDA
LOS INTOCADOS CUERPOS,
DE SERES IGUALES, SUCESIVOS
EN EL AMOR JADEANTE DE APRISIONADOS BESOS.
Y TU MARAVILLOSA,
RETENIDA EN EL BRILLO SOSEGADO DE ESTA NOCHE,
ESTAS AHÍ COMO AUSENTE.
DOS
CALLA, CALLA....
NO PREGUNTES SI EL MAR NOS IGNORO ESE DÍA,
TU ME MIRABAS SILENCIOSA,
SONRIENDO AVECES,
IRRENUNCIABLE,
ESFUMADA TU IMAGEN
EN EL AZUL DEL HORIZONTE.
Y EN DESPLEGADO VUELO
ESCAPADA EN EL TACTO LIBRE DE LAS GAVIOTAS,
ANGELICAL VIVÍAS
SOLO PARA COLMARME.
CALLA, CALLA,
QUE ALLÍ TU SOMBRA TODAVÍA SIGUE,
SIENDO CONFÍN DEL MAR ATORMENTADA HERENCIA
DE AMANTES INMORTALES
TENDIDOS EL LA LIBRE TESURA DE LAS PLAYAS.
CALLA, CALLA,
INTANGIBLE INVASORA DE MI ALMA
RUMOR MARTIRIZADO
EN ESTA SOLEDAD QUE AÚN NO PROCLAMO,
POR ESTAR TU EN LA ESPUMA
EXHALNTE DEL MAR DONDE ESTUVIMOS JUNTOS.
( Con el amor de mi alma a María Patricia Gomez Meza.)
Puerto Colombia 1.969.
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